Sin que se haya resuelto aún el misterio de la estrella KIC 8462852 –conocida ahora como Tabby, la estrella más extraña de la galaxia, la que podría estar envuelta por una “megaestructura extraterrestre”-, las noticias sobre posibles señales emitidas por civilizaciones alienígenas son cada vez más frecuentes en la prensa digamos “seria”, para estupor de muchos, y siempre con la subsiguiente multiplicación en los canales alternativos: una potente señal de radio procedente de la estrella HD164595, a 95 años luz de la Tierra, captada por un radiotelescopio ruso, fue tildada de “hallazgo inquietante”. De esto se habló en agosto; en octubre fueron noticia las 234 señales de “inteligencias extraterrestres” detectadas por dos astrónomos canadienses que defienden la posibilidad de que otras civilizaciones estén enviando hacia la Tierra pulsos de láser.
The ExoMars 2016 Mission Imagen ESA |
Nunca ha parecido tan alcance del hombre el descubrimiento de vida extraterrestre, o tan obcecado el empeño en encontrarla: la misión ExoMars, un proyecto interplanetario de astrobiología impulsado conjuntamente por la Agencia Espacial Europea y la Rusa, destinado a buscar vida en Marte, entró en una fase de incertidumbre cuando el módulo de descenso se estrelló contra la superficie marciana el pasado 19 de octubre a causa de un error informático. Un mes antes, China puso en funcionamiento el mayor radiotelescopio del mundo, cuyo cometido será buscar “radioemisiones procedentes de estrellas en rincones hasta ahora inalcanzables del Universo y detectar posibles señales de vida extraterrestre”.
Por otro lado, Stephen Hawking, Mark Zukerberg y un multimillonario ruso, físico teórico, apoyan una aventura de la NASA sumamente excitante que tiene como objetivo un exoplaneta llamado Próxima b, sin duda el primer mundo perteneciente a otro sistema solar al que llegará el ser humano. Próxima b, un planeta rocoso y probablemente cubierto de océanos, orbita la estrella más cercana a nuestro Sol, Próxima Centauri, y a pesar de su vecindad es inobservable a simple vista en el cielo nocturno al tratarse de una enana roja. Los 4,5 años luz que nos separan de él son un ahí mismo si se compara con los 1.400 que dista el que hasta ahora era el mundo más parecido al nuestro. Con la tecnología actual se tardaría entre 30.000 y 75.000 años en llegar a él, pero el proyecto que se desarrolla permitiría, al menos en teoría, cubrir la distancia en tan solo 20 años mediante nanonaves impulsadas por luz láser.
Impresión artística de Próxima b junto con el sistema Alfa Centauri. EL PAÍS |
KIC 8462852, o Tabby, volvió a ser noticia en octubre: no solo experimenta eventos muy breves, intensos y aleatorios de pérdida de brillo, sino que además ha ido oscureciéndose poco a poco en estos cuatro años en que se le ha ido observando a través del telescopio espacial Kepler. El Departamento de Astronomía de Berkley va a proceder a un escaneo masivo de la estrella con el mayor radiotelescopio dirigible de la Tierra y a través de cientos de millones de canales de radio individuales. Respecto al aún invisible Planeta 9, que no orbitaría en el mismo plano que el resto de sus compañeros del Sistema Solar, sino con una inclinación de 30 grados, se ha planteado hace poco que sería el causante de una rara inclinación del sol, cuyo eje presenta un ángulo de 6 grados en relación con la perpendicular al plano orbital de todos los demás planetas, y por tanto de un tambaleo del sistema solar, fenómeno que se conocía pero para el que hasta ahora no había ninguna explicación.
Hasta aquí solo una parte de las noticias de astronomía más sorprendentes que se han divulgado en lo que llevamos de año. Salvo excepciones, he omitido nombres de observatorios, de astrónomos, de institutos de astrofísica. También me he ceñido a lo que cualquiera ha podido leer en medios como ABC, El País, Europa Press, La Vanguardia, Público o sus equivalentes internacionales, dejando de lado las fértiles, excitantes y a menudo aterradoras interpretaciones que se hacen en canales más osados –las llamadas teorías de la conspiración-, y que dan unas explicaciones muy distintas de todas estas informaciones que parecen tener un pie en la ciencia ficción pero que se mezclan con la información política, la deportiva, la cultural, la de sucesos, la crónica social…
En un mundo tan manifiestamente tramposo, quién sabe si en el fondo no estaremos en los preparativos del mayor engaño de toda la historia, hipótesis que incluye también la muy comentada noticia de la famosa orden ejecutiva del presidente estadounidense Barak Obama, de 13 de octubre, publicada en la web de la Casa Blanca, en la que se disponía una serie de medidas encaminadas a preparar al país para eventos de clima espacial de carácter inminente (“impending space weather event”), tales como llamaradas o erupciones solares y perturbaciones geomagnéticas, con el fin de reducir al mínimo sus efectos. Tal orden ejecutiva, que incluye plazos concretos para cada una de las acciones a llevar a cabo, implica a departamentos gubernamentales, instituciones científicas, NASA, y agencias federales.
Llamarada solar |
Para terminar, el 20 de noviembre la prensa se hacía eco de una teoría asombrosa: según el astrofísico estadounidense Caleb Scharf, si no encontramos vida extraterrestre es tal vez porque el Universo entero no es otra cosa que"el cerebro de una raza alienígena hiperavanzada".
Ahora, cuando falta tan poco para que finalice este año, lo que cabe preguntarse es qué nos deparará el que está próximo a empezar en relación con nuevos descubrimientos astronómicos. Nada más excitante que tratar de imaginarlo…